Yony Santos, Finca La Casita



Soy Yony, un joven y muy entusiasta caficultor. En 2019 empecé a trabajar en mi propia tierra, que tiene alrededor de 1,5 hectáreas, pero soy agricultor de tercera generación, por lo que tengo experiencia en el cultivo de café desde pequeño. En 2020, decidí renovar mi finca, sustituyendo todas las plantas viejas por otras nuevas, más resistentes contra la roya y sembradas de tal manera que pueda aumentar el rendimiento.
También trabajo en Cafesmo, donde soy el jefe de planta. Así que preparo montones de café. Grandes lotes que enviamos por contenedor y a menudo secamos mecánicamente, pero también lotes más pequeños de calidades especiales. Cuando los productores traen su café, separo los mejores lotes para prepararlos como lotes especiales para nuestra cooperativa.
Es gracias a mi trabajo en Cafesmo que me interesé tanto por renovar mi finca y obtener la mejor calidad de café de todos lo que cultivo. Cuando empecé, mis compañeros de trabajo más experimentados me enseñaron mejores técnicas y prácticas, que ahora utilizo en mi propia finca, pero que también comparto con mi familia y, por supuesto, con todos los demás miembros de Cafesmo.
También hay árboles en la finca. Bastantes pinos, ya que forman parte de nuestro hábitat local y proporcionan abundante sombra y nutrientes. Pero también árboles frutales como mangos y ciruelos. Mi mujer y nuestros perros vienen a menudo a la finca conmigo. Es un lugar muy tranquilo, sobre todo los domingos, cuando el ritmo es más pausado y tenemos menos obligaciones.
En el límite de nuestra tierra hay un arroyo donde a los perros les gusta nadar o beber, y que también proporciona agua a nuestras plantas durante la temporada seca. A veces vamos a la finca para relajarnos, porque trabajar allí no es estresante, al menos fuera de la temporada alta de cosecha. Mis padres me ayudan cuando estoy demasiado ocupado con mi trabajo en Cafesmo, por suerte. Sin ellos, no creo que mi mujer y yo pudiéramos hacer todo el trabajo, al menos no de la forma en que la finca merece ser tratada.
Aunque el café es la mayor parte de mi vida y me encanta, estuve a punto de convertirme en futbolista profesional. Jugué a un alto nivel en nuestro club regional y casi me seleccionan para un equipo nacional. De todos modos, sigo jugando a menudo por la noche después del trabajo o los domingos. Me mantiene joven y fuerte y, quizá aún más importante, es donde me reúno y comparto con mis amigos.
Mi esperanza es poder preparar microlotes para tostadores internacionales, a partir de la temporada 2025/26. Estoy seguro de que en un futuro próximo tendréis más noticias mías.
La Finca
1,5 hectáreas a 1230 a 1250 metros de altura
Varietales Parainema y Arara
Certificado orgánico, comercio justo, RFA, Bird Friendly
Sombra de pinos y árboles frutales (mango, ciruela...)