Nery Espinoza, Finca El Limón

FORMO PARTE DE UNA FAMILIA DE ONCE HERMANOS Y EMPECÉ A TRABAJAR CON MI PADRE EN NUESTRA PARCELA DE CAFÉ CUANDO TENÍA DIEZ AÑOS....

Aunque seguí yendo a la escuela durante unos años más, apenas había ingresos suficientes para alimentar tantas bocas y era necesario que alguien ayudara en la tierra.

Pero, cuando tenía dieciséis años, nuestro padre murió y de repente me convertí en responsable del bienestar de toda la familia. Para complicar aún más las cosas, los precios del café se desplomaron en el mercado internacional poco después, y además Honduras se vio afectada por una ola de roya.

Tuve lo que se puede llamar un comienzo duro en la vida, pero afortunadamente todas esas dificultades tempranas también me moldearon como un luchador, alguien que no se rinde, sin importar cuán grandes sean los obstáculos en mi camino. Poco a poco, mi hermano Obdulio, mi cuñado Francisco y yo pudimos obtener préstamos, que utilizamos para ampliar nuestras fincas e invertir en nuestro propio beneficio húmedo y en mejores prácticas agrícolas.

Esto nos permitió no sólo aumentar nuestro rendimiento, sino también mejorar los escasos márgenes que inicialmente nos proponían para nuestros cafés. A lo largo de los años, cada uno de nosotros se ha especializado en su propia área. Yo he construido un área de procesamiento y acopio, donde preparo todos los cafés de nuestra familia, pero también proceso café para los agricultores cercanos.

Mi hermano Obdulio y su esposa Ana Beatriz se han unido para cultivar una serie de variedades en diferentes parcelas a distintas altitudes, cada una con su propio microclima, lo que nos permite cosechar durante una temporada prolongada y ofrecer una gama más amplia de perfiles.

Francisco y su hijo Javier se centran en la calidad y la preparación de cafés especiales. De hecho, mi sobrino Javier (19 años en el 2019) está estudiando para convertirse en catado. Su objetivo es diversificar aún más nuestra oferta de cafés especiales y trabajar en pareja con los catadores de tostadores compradores, para proponer microlotes que corresponden a las preferencias de cada uno de ellos.

Desde hace unos años, también tuesto mi propio café, principalmente para satisfacer las necesidades de las cafeterías y supermercados regionales. Y, por supuesto, para tomar una taza en casa con el desayuno, o para disfrutarla después del almuerzo. Aunque sigo siendo tan ambicioso como siempre y estoy trabajando con mis hermanos en varios planes para desarrollar aún más las fincas y la oferta de nuestra familia, también estoy inmensamente agradecido por todo lo que se nos ha dado y por lo que hemos podido conseguir.

 

Datos de la finca

Mi finca está situada entre 1.050 y 1.150 metros y cultivo Pacas, Pacamara, Parainema, IHCAFE 90 y Lempira.

La superficie total del terreno es de 22,5 hectáreas.

Hay árboles típicos de la zona como el roble, el izote, el guanagiquil, el guamo, el madreado, pero también he plantado plátanos y cítricos.

Esta finca está certificada FTO y Rain Forest Alliance.