Anamías Melgar Mancia, Finca La Hermosa

CULTIVO CAFÉ DESDE QUE ERA PEQUEÑO...

Mis padres me enseñaron y seguimos trabajando nuestra tierra juntos, con mis hermanos. Estamos muy unidos como familia y siempre estamos juntos, tanto en los buenos como en los malos momentos. Todos vivimos cerca unos de otros y nos ayudamos mutuamente con los hijos, compartimos el peso de los problemas entre todos.

Soy propietario de 1,5 hectáreas de tierra en la que cultivo café, y todos juntos tenemos unas 12 hectáreas, entre padres y hermanos. Sin embargo, no importa mucho a quién pertenece cada parcela, ya que compartimos la carga del trabajo.

Aunque actualmente estamos pasando por muchas dificultades, también tenemos esperanza y creemos en un mañana mejor. No soy miembro de Cafesmo desde hace mucho tiempo, pero aunque llevo 30 años cultivando café, sigo aprendiendo muchas cosas nuevas desde que me uní. Sobre mejores técnicas de cultivo, pero también sobre cómo tratar el agua y mantener siempre limpias nuestras fincas y la tierra que las rodea. 

A través de Cafesmo, hemos obtenido nuestra certificación de Comercio Justo y Orgánico, pero nuestro verdadero sueño es seguir presentando micro lotes de nuestra propia tierra. Un café que nos permita obtener un precio aún más justo en el futuro, para que nuestros hijos puedan seguir en la escuela y terminar su educación secundaria. Pero sobre todo un café del que podamos estar orgullosos, ¡por la alegría que nos dará!

Datos de la finca

Mis padres, hermanos y yo tenemos un total de 12 hectáreas de tierra, todas ellas cercanas entre sí. 

Cultivamos tres variedades: Parainema, 90 y Lempira. Las hemos seleccionado por su rendimiento, su resistencia a la roya y, sobre todo, por su rico e intrigante sabor.

Todas nuestras parcelas están situadas en torno a los 1.350 metros.

La sombra la proporcionan principalmente el cuanagiquil y los plátanos.

Nuestra finca está certificada como Comercio Justo, y Orgánica.

Esta finca está certificada por Rain Forest Alliance.