Ana Beatriz Pineda and Obdulio Espinoza,

Finca Monte Alto

AMBOS CRECIMOS ENTRE LAS PLANTAS DE CAFÉ...

Nuestros padres y, de hecho, nuestros abuelos trabajaban la tierra mucho antes de que nosotros naciéramos. Mi marido, Obdulio, nació en el seno de una familia muy pobre con diez hermanos; una familia en la que apenas había para mantener tantas bocas.

Yo también era de una familia pobre, pero nos fue un poco mejor y mis padres siempre pudieron dar prioridad a mi educación. Sin embargo, a finales de los años noventa, tras una devastadora oleada de roya, tres de mis hermanos decidieron emigrar a Estados Unidos en busca de otras oportunidades y nuevos horizontes.

De repente, pasé a ser responsable de todas nuestras parcelas, y aunque fue una época de dificultades, también fue durante esos años cuando aprendí todos los entresijos del cultivo del café. Me formé en la conservación del suelo, la gestión del agua, la sombra, los residuos orgánicos, las técnicas de secado y la preparación.

Cuando mis hermanos regresaron, yo no sólo era una cafetera bien formada, sino que además estaba casada con Obdulio, lo que supuso el inicio de una feliz y fructífera alianza entre las familias Pineda y Espinoza.

Hoy en día, Obdulio y yo cultivamos una serie de variedades en dos parcelas situadas en lugares diferentes, cada una con su propio y único microclima, lo que nos permite cosechar durante una temporada prolongada y ofrecer una gama más amplia de granos y sabores.

El hermano de Obdulio, Nery, tiene una planta de procesamiento donde también procesamos y almacenamos nuestros cafés, y nuestro sobrino Francisco Javier está estudiando en el Instituto Hondureño del Café para convertirse en catador. En el 2018, con solo 18 años, Javier preparó su primer perfil 87 de nuestra propia variedad Colombia, que vendió a Carlos René Guerra, campeón nacional de baristas de Honduras (16º del mundo en Boston, 2019).

Así, nuestras dos familias hemos unido nuestros esfuerzos para gestionar un negocio integral de café, que combina todos los aspectos de conocimiento, desde el cultivo hasta el procesamiento y almacenamiento, así como el control de calidad.

El siguiente paso lógico en este proceso es trabajar directamente con tostadores de todo el mundo que buscan cafés consistentes y de alta calidad..

Datos de la finca

Nuestras parcelas combinadas miden 13,5 hectáreas y ambas están ubicadas entre 1.300 y 1.390 metros, aunque en diferentes lugares, cada una con su propio microclima.

Las variedades que ofrecemos son Borbón, Catimor, Colombia, Paca y Lempira.

Sombra: árboles naturales como el izote, el cuanagiquil y el zapote. Frutales: aguacate, mandarina y limón, principalmente.

Nuestra finca está certificada como de comercio justo y orgánica y Rain Forest Alliance.