José Luis Melara Hernández, Finca Plan los Pinos

Empecé a cultivar café en 2009. Mis padres cultivaban café, pero sólo unas pocas plantas en medio de otros cultivos, y eran sólo para el consumo doméstico. 

Pero alrededor de 2009, muchos de nosotros aquí en El Pinal nos cambiamos al café porque teníamos la esperanza de que esto podría aumentar nuestros ingresos. He recorrido un largo camino desde entonces" aprendiendo mucho sobre cómo cultivar mejores cafés, aumentar los rendimientos, trabajar más eficientemente, y cómo implementar prácticas útiles como el manejo del agua, el uso de la pulpa como un fertilizante natural y sin costo, o -más recientemente- la plantación de árboles de aguacate entre las hileras de cafés para dar sombra y al mismo tiempo diversificar y fortalecer nuestras fuentes de ingreso. 

Así que, aunque las cosas son a menudo difíciles, somos capaces de ganarnos la vida, y trabajo estrechamente con mis hermanos y todos nuestros amigos aquí en El Pinal. Quince personas de nuestro caserío son miembros de Cafesmo y reunimos gran parte de nuestro café para venderlo como nuestra mezcla Premium de El Pinal en Europa.

Mi esposa María y yo tenemos cuatro hijos. Un hijo y una hija adultos que viajaron a Estados Unidos. Están trabajando allí para ahorrar dinero y, una vez que tengan suficiente, volverán a casa para construir sus propias casas, comprar una pequeña parcela de tierra y empezar a cultivar sus propios productos. Tal vez café, tal vez no.

También tenemos un niño y una niña mucho más pequeños, que por suerte viven con nosotros. María trabaja la tierra conmigo siempre que puede, pero también quiere estar cerca de los niños, así que se dedica principalmente a las partes del negocio que podemos hacer desde nuestra casa: limpiar, lavar y secar los cafés, cocinar las comidas para los recolectores durante la temporada de cosecha y ayudar a los niños con los deberes. Ahora que lo pienso, ella está más ocupada incluso que yo, y nuestra familia y nuestras vidas se desmoronarían si no estuviera aquí con nosotros todos los días.

En cualquier caso, somos una familia feliz y también estamos contentos de cultivar un gran café.

Datos de la finca

2,2 hectáreas, a 1.650 - 1.700 metros, donde cultivamos las variedades Pacas y Lempira.

En nuestra finca y sus alrededores crecen muchos pinos. Árboles que estaban allí mucho antes de que empezáramos a cultivar café. Ahora, estamos trabajando en la agroforestería. También hay aguacates, ciruelos y naranjos, así como árboles locales.

La finca cuenta con la certificación de Comercio Justo, Orgánico y RFA.