Emelina Amaya, finca El Aguacate

Emelina es tímida, por decirlo suavemente. O quizá humilde sea la palabra más adecuada.
No se atrevió a ser entrevistada para esta presentación y se encerró en su habitación cuando vinimos a visitarla. No por falta de historia, sino probablemente (no pudimos preguntar...) porque piensa que no vale la pena.
Eso, por supuesto, es absolutamente falso. Cualquiera que haya probado su café estará de acuerdo. Y aunque su café no fuera bueno, Emelina siempre valdría la historia de su propia vida. Afortunadamente, su mano derecha, Leyton, estuvo encantado de compartir con nosotros fragmentos de la vida de su jefa.
Leyton tiene 30 años (en 2024) y ha trabajado con Emelina desde el principio, cuando empezó a cultivar café, allá por 2015. De niño, Leyton había trabajado con su padre en la parcela de café de su familia y a los 22 años ya tenía más de una década de experiencia en el campo. Emelina lo contrató porque atender 3,5 hectáreas era demasiado para ella sola, y sus tres hijos eran demasiado pequeños para ayudar.
Además, no quería que sus hijos dejaran de ir a la escuela, porque eso es lo que le había ocurrido a ella misma cuando era niña y a tantos otros a su alrededor. Ahora, nueve años después, sus dos hijas van a la universidad y eso es en gran parte gracias a la perseverancia de Emelina, a su fuerza y a su duro trabajo. Su hijo, demasiado joven para ir a la universidad, también parecía feliz cuando lo encontramos en la casa.
Leyton ha trabajado junto a Emelina durante todos estos años. Han superado numerosos obstáculos. Roya, dos huracanes, deslizamientos de tierra, inundaciones, precios inferiores al coste de producción; sin duda nunca ha sido fácil, y probablemente nunca lo será.
Pero, y este es un pero muy bueno: este año, Sarah Berge, copropietaria de la torrefacción Ray&Jules en la lejana Bélgica, vino a visitarnos a Cafesmo y quedó inmediatamente maravillada con el café de Emelina cuando lo probó -a ciegas- en nuestra mesa de cata, donde el café de Emelina destacó entre una docena de lotes comparables. Fue un éxito, y el hecho de que Emelina fuera una mujer, fue aún mejor para Sarah, ¡que siempre intenta buscar conexiones con mujeres productoras!
Cuando le dijimos a Leyton que su café -porque, sinceramente, Leyton también se merece parte del honor- se había convertido en un éxito en Bélgica, pudimos ver cómo le brillaban los ojos. Y entonces preguntamos, a voz un poco demasiada alta, si podrían preparar el mismo café para Ray&Jules el año que viene. Esperamos que Emelina nos oyera, pero tendremos que esperar un año para saber si nos escuchó, desde la habitación donde todavía se estaba escondiendo.
Datos de la finca
Emelina cuenta con cinco pequeñas parcelas, todas ellas situadas entre 1.250 y 1.450 metros. Los nombres de las distintas parcelas son El Aguacate, El Arenalito, La Zeta 1, La Zeta 2.
Las variedades son IH-Café90, Lempira y Parainema.
Los árboles de la zona proporcionan mucha sombra a las parcelas, así como los aguacateros y los tilos.
Las parcelas están certificadas como ecológicas y de comercio justo y RFA y Bird Friendly.