santa Teresa

Todo el mundo – por lo menos en nuestra región – cree que dependemos de San Marcos, o que San Marcos es el municipio más extenso. Pero no es así.

Santa Teresa le gana a San Marcos, y por mucho. Aunque para ir al supermercado, comprar un teléfono, materiales de construcción o herramientas para nuestras fincas sí, tenemos que coger el carro para ir a San Marcos, donde vive mucha gente, y por ende allá venden de todo.

Nuestra comunidad cuenta con más extensión, pero son pocos sus habitantes. Tal vez hay unas 200 casas y unos 800 habitantes. Por ser una aldea pequeña, nos resulta más fácil mantener un ambiente armonioso y de amistad. Nos ayudamos unos a otros, con la reparación de un carro, cuidando a los niños del vecino, o trayendo insumos de San Marcos para un compañero.  Robos casi no hay por aquí, y tampoco mucho pleito. 

Cada año, organizamos actividades que nos unen y reúnen. Tenemos campeonatos de fútbol y carreras de cinta. También tenemos una molienda de caña, en el mes de abril. En la molienda de caña se procesa la caña de azúcar de los campos, pero en realidad también es una excusa para estar todos juntos y compartir dulce de leche, miel, y otras delicias hechas en casa.

La aldea cuenta con su propia escuela, una tienda donde comprar necesidades básicas, y desde unos años también tenemos una taquería. Aparte del campo de fútbol, hay un balneario bonito, con piscinas, área verde y una terraza cubierta con espacio para barbacoa. Allí vamos los domingos en el verano, o después de una competencia de fútbol.

Muchos de los nuestros se dedican a la agricultura. Y de ellos, la mayoría al café. Hace tan solo cinco años, casi nadie en Santa Teresa se atrevía a preparar especiales. Hasta que Jaime Urías empezó a manejar la finca de su recién fallecido padre. De pronto, Jaime decidió que quería vivir mejor que las generaciones anteriores. Las admiraba, y admiraba todo lo que habían logrado, pero él mismo aspiraba a una vida con más oportunidades, más desarrollo para su familia, y su aldea.

En Cafesmo, donde es responsable técnico, Jaime aprendió como preparar cafés especiales. Poco a poco, profundizó sus conocimientos, hasta llegar a los niveles donde podía enseñar talleres de procesos a los miembros de la cooperativa. En Santa Teresa también, varios caficultores están ahora trabajando en la preparación de micro-lotes de calidad.

A la misma vez, como grupo trabajan para cultivar buenos cafés en volúmenes más importantes. Juntando sus esfuerzos – y sus cafés - son capaces de controlar de cerca el cultivo, el corte, el secado, y la preparación también. Así, logran incrementar el volumen para poder satisfacer la demanda de clientes más grandes, sin perder nada en calidad.

Claro queda que en el pueblo de Santa Teresa, la armonía y la amistad se extienden más allá del simple saludo cuando se cruzan en la tienda, o en la plaza central.

 

Datos técnicos de la comunidad

 Área: 7 Ha aprox.

Alturas: 1200 – 1350 msnm

Variedades más importantes: Parainema, Pacas, Icatú

Productores activos / miembros: 4

Producción más o menos en una cosecha de cafés SCA 81-83: 8,000 kilo

Certificaciones: Comercio justo, Orgánico, RFA