Delia Solorzano & Familia, Finca El Zapote

TENGO 63 AÑOS Y EMPECÉ A CULTIVAR CAFÉ CUANDO ERA NIÑA...

Ahora tengo nueve hijos, cinco de los cuales trabajan nuestra tierra conmigo. Cinco hijos grandes y hermosos, que me llaman con ternura su "reina de reinas". Y sí, me siento la reina de nuestra tierra; soy parte de ella y no podría vivir sin nuestra finca, sin una taza de mi propio café cada día. O dos. Mi madre me enseñó a prepararlo y nunca cambié su receta de preparación.

Cuando era pequeña, mis padres todavía cultivaban árboles de café. Eran enormes, a veces de hasta 6 metros de altura, pero toda la finca fue devastada por la roya, creo que en algún momento de los años sesenta. Luego, nos dedicamos a la cría de ganado, pero siempre mantuvimos algo de café para nuestro consumo, y desde que mis hijos son adultos, hemos vuelto a ello gradualmente. No me he arrepentido ni un solo día, a pesar de que ahora los precios son tan bajos que ya no ganamos nada a pesar de trabajar el campo todos los días.

Por eso, hace algún tiempo decidimos unirnos a la cooperativa, y ahora nos sentimos más fuertes porque formamos parte de un grupo, y porque recibimos una valiosa asistencia técnica. Al principio, pensé que el joven agrónomo no podría enseñarme mucho, pero ahora le estoy agradecida. Nos ha guiado en el proceso de certificación de las etiquetas de Comercio Justo y Orgánico, nos ha enseñado a gestionar el agua, a conversar con el suelo y a mantener nuestra tierra limpia.

Ahora estamos preparados para cultivar vínculos directos con pequeños tostadores de calidad en todo el mundo. Somos capaces de proponer una variedad de microlotes y un flujo estable de cafés de calidad.

Datos de la finca

Mis hijos y yo poseemos 21 hectáreas, situadas entre 1.400 y 1.450 metros. Las únicas variedades que cultivamos son Parainema e IHCAFE 90. Son las más resistentes a la roya de la hoja.

Hemos plantado muchos árboles para darles sombra. Variedades locales como el guamo y el liquidambar, pero también plátanos, ciruelas pasas, mandarinas y peras. También hay mucho pino en nuestras tierras, que crece de forma natural en nuestra región.

Todas nuestras parcelas están certificadas por la FTO.

Esta finca está certificada por Rain Forest Alliance.