Jorge Aníbal Ventura, Finca El Playón

Cuando tenía tan solo cinco años, mi abuelo me llevó a nuestra finca, para cosechar café. Aunque, en realidad, me llevó para jugar, pero yo insistí en ayudarlo y en ‘trabajar’ con él.

Desde aquel entonces han pasado treinta años y la finca hoy en día es mía. Todavía sigo cosechando café con el mismo entusiasmo, aunque - lo espero - con más profesionalismo.

Además de ser productor, soy también catador de café, desde el 2013. Estuve miembro del panel de catadores para la taza de excelencia en Honduras durante ocho años. Fue una experiencia enriquecedora, y eso me permitió profundizar mi conocimiento de los perfiles y las particularidades de los cafés en las diferentes regiones de mi país.   

Cuando empecé mis estudios de catador, también empecé la preparación de micro-lotes, para poner en práctica mis conocimientos, y experimentar con mis propios cafés. Ahora ya tengo una década de experiencia en preparación de cafés especiales. 

En mi finca, tengo una pequeña parcela con plantas de borbón. Esa variedad está más sensible a la roya, y quizás mentenerla no es la decisión más sabia a nivel comercial. Sin embargo, insisto en cultivar esa variedad, porque permite obtener resultados espectaculares para preparaciones más complejas. Esos nano-lotes, generalmente, los reservo para mi mismo y mis seres queridos.

Mi esposa y yo empezamos una cafetería y tostaduría hace unos años. Ahora, tenemos fuentes de ingresos diversificadas y más estabilidad económica. Nos encanta servir a la gente, y tostar lotes de café, también para los demás productores.

Cultivar, cosechar, preparar y tostar café, lo considero como un arte. Me siento muy privilegiado por estar involucrado en tantas etapas de la cadena del café. 

Mi próximo paso es convertirme en un embajador de los cafés hondureños para visitantes internacionales, y para personas interesadas en aprender más sobre las magníficas variedades y procesos que tenemos en el país. 

Gracias a mis fuertes enlaces con Cafesmo, estoy también empezando a trabajar con importadores y tostadores de diferentes países y continentes. Está genial poder compartir con ellos mis conocimientos, y a la misma vez aprender de ellos!

Finca:

3,5 hectáreas a 1,400 metros de altura y con mucha sombra natural.

Variedades casi exclusivamente Parainema y Pacas, y un poco de Borbón.

La finca está certificada Comercio justo y Orgánico y RFA.